Por qué decidiste ser misionera? ¿Qué te llevó a ello? ¿En qué misión/misiones colaboras?

A lo largo de mi vida había visto a Dios obrando: haciendo milagros, conectando personas conmigo,
y organizando todo para que tuviera lo que soñaba. Por ello, cuando le conocí personalmente
e, le pedí que me diera la oportunidad de servirle con todo lo que Él me había dado: talentos, cualidades, fortalezas, etc. Había completado mi formación, tenía experiencia trabajando en ello, pero sabía que mi trabajo no era eficaz hasta que pudiera dedicar mi tiempo a conectar a las personas con Dios para que sus vidas fueran transformadas como la mía. Fué entonces cuando apareció Ágape y Dios me dió la oportunidad de entrar aquí y trabajar para El.
Soy parte del equipo de Desarrollo de Liderazgo y Recursos Humanos, el equipo que se encarga de que todo el personal de Ágape este cuidado, valorado, y alineado tanto con su Llamado a nivel individual como con la visión de la organización.Para ello, organizamos y diseñamos procesos que acompañan el desarrollo personal, espiritual y laboral del coordinador en su trayectoria misional en Agape.Somos junto con el equipo de operaciones «la estructura que hace funcionar la maquinaria de Ágape». Somos como aquellos entrenadores que forman y acompañan a los atletas, en este caso para que los obreros de Agape puedan hacer su misión: equipándoles a nivel personal, laboral y espiritual.

¿Cómo es la vida de misionera? ¿En qué consiste? ¿Cómo influye ser misionera en tu día a día o tu vida cotidiana?

Ser misionera es trabajar con tus habilidades para ayudar a que otros conozcan a Jesús, así que intentamos estar dentro de la sociedad para las personas pero sobre todo al lado de ellas con las 24 horas que tiene el día. Nuestra labor supone ser sensibles y empáticos para unirnos y ayudar en la necesidad allí donde Dios nos ponga. En un sentido práctico, muchas de mis tareas son muy similares a las que tendría cualquier otra persona en el ámbito organizacional en Recursos Humanos. Sin embargo, hay días que hago cosas diferentes que no
 son tan propias de mi rol pero que se requieren para completar el plan de Dios; estas van por ejemplo, desde desarrollar proyectos hasta comprar los materiales para que se lleven a cabo e incluso llamar a las personas para que participen en el.(sonrisas)

¿Qué te ha aportado ser misionera?

Como comenté antes, cuando decidí ser misionera quería aportar y sumar a que mucha gente conociera de Dios. Pero en los dos años largos que llevo, he descubierto que es mucho más lo que la misión me ha transformado a mí. La misión me ha llevado a conocerme a mi misma, a entender mis motivaciones profundas para servir, he crecido en humildad, flexibilidad, paciencia y organización personal, y encontrar más disfrute en dar que en recibir.• ¿Qué le dirías a una persona que esté pensando serlo?¡Que no dude en hacerlo! Es una experiencia enriquecedora en todos los sentidos, la cual Dios usa para darte forma en todas tus áreas. Hay una parte en el plan de Dios de la cual tú eres parte y solo tú puede completarlo de la manera en que Dios lo soñó!